Hace unos días puse un post con fotos de mi nueva casa. Hoy toca la parte exterior.
La casa es sensacional, tiene el tamaño justo, y una cocina y un baño en condiciones. Además, como prefiero el frío al calor, me viene de perlas esos grados de diferencia que hay con Chiang Mai. Eso si, la pega es que me hace falta la moto para todo.
La casa forma parte de un conjunto que gestiona el mismo dueño, que vive en la primera casa de todas. Son 9 apartamentos/casas distribuidos en tres edificios. Todo esta cuidado y limpio al más mínimo detalle.
La tranquilidad sólo la alteran los monjes del templo colindante, los perros y la escuela de música tradicional que tenemos como a unos 100 metros.
También es segura. Hay una valla en la entrada a la finca y una cámara de seguridad vigila quien entra y sale. Ayer conocí a uno de mis vecinos, un yanqui. Me dijo que llevaba viviendo aquí tres años y que ya no cerraba su casa. Atención ladrones, si decidís venir por aquí acordaros de este detalle, porque yo si cierro la puerta. ¿Para qué forzar una puerta cuando tienes otra abierta? Distinguiréis la mía porque hay un trapo amarillo y rojo, con un escudo en el medio.
El dueño hace de todo. Limpia las casas, lleva la ropa a la lavandería, te lleva al aeropuerto, en fin, sensacional. Por limpiar la casa cobra 250 bath cada vez, unos 7€, y te la dejan niquelada. Yo lo hago una vez al mes para no tener que comprarme el material necesario. Y oye, que limpiar cristales es un coñazo.