Duda existencial y vuelvo a cerrar

No pensaba escribir en unos días porque estoy un poco saturado de tanta comunicación. Pero me he desvelado. No puedo dormir y son las cinco y pico de la mañana. Y ya no tengo ni puta idea de que hacer para que me entre el sueño. Hasta he pensado en vestirme, coger la moto y acercarme a algún karaoke a que una dulce y joven tailandesa me cante cualquier tema nacional. Lo único que me corta es que casi todas cantan a voz en grito.

Joder, ahora que menciono el karaoke me acuerdo de Mariano.

Hace unos días, cenando, conocí a Mariano, un joven argentino que estaba en Chiang Mai haciendo parada en un largo viaje asiático. Estaba solo. Me confesó que estaba un poco decepcionado con Chiang Mai. Le habían contado muchas historias sobre las mujeres de aquí y resultó que llevaba tres días y apenas había visto mujeres. Fue brutal, no como Ruibal, pero si como si alguien dijera que ha estado tres días en el Pilar sin ver un cura. Tras el impacto inicial de semejante declaración trazamos un plan para solucionar el asunto y al cabo de dos horas, el tal Mariano ya quería cambiar su billete de avión para quedarse unos cuantos días más.

Lo de los hombres es curioso. La de veces que me he escuchado eso de “soy fiel”, “amo a Laura”, “yo no voy de putas”, “estoy enamorado”, “yo no voto a la derecha” y acto seguido he acabado en un puticlub con el autor de la frase. Recuerdo un viaje en coche, íbamos dos tíos solos, en el que mi compañero de viaje me estuvo taladrando la cabeza todo el viaje con las ventajas de tener pareja, de la fidelidad, del amor y de lo enamorado que estaba de la por entonces su pareja, por cierto, una chica encantadora, y hablaba de la teoría de que cuando tienes pareja, si el sexo lo tienes en casa, no hay necesidad de buscarlo fuera. Pues oye, que debían llevar tiempo sin echar un polvo porque esa misma noche mientras yo fumaba un cigarro y discutía con la policía municipal, mi amigo jugaba a los médicos con un putón tan grande como la puerta de Alcalá. Por dios, si me pusiera a dar nombres y apellidos seguro que muchas se quedarían a cuadros. Chicos, estar tranquilos, lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Y porque cuento esto. Ah si, por Mariano, el argentino.

Durante la cena, le conté que eran ciertas las historias que le habían contado sobre Chiang Mai y que era muy sencillo “ligar”. Él me decía que le gustaba el arte de la seducción, y que una vez que conseguía el objetivo, ese mismo objetivo perdía un poco el atractivo.

Después de cenar le llevé a la zona de Loi Khor Road. Allí enseguida encontró a quien ligarse, una estupenda joven tailandesa. Además, ella le animaba al repetirle varias veces lo guapo que era. Pero fracaso. Y volvió a fracasar en su segundo intento. El problema era que ya tenía toda la sangre concentrada en un lugar específico así que sugirió hacer un tercer intento. Era ya tarde y los locales de Loi Khor Road estaban cerrando así que me lo lleve a una discoteca fuera de la zona, donde también encontró objetivo. Y por la boca muere el pez. Después de contarme sus artes para la seducción y que nunca había pagado por sexo, allí estaba, por segunda vez, poniendo sobre la mesa cantidades obscenas de dinero con tal de poder poner en marcha de nuevo la circulación de la sangre. Pues no hubo manera. Tres intentos y los tres fallidos. Al final, lo dejé en un tuktuk camino del hotel y a buen seguro que intentó jugar a los médicos con el conductor.

Que me pierdo. Si es que no son horas. Tengo un dilema al que no dejo de darle vueltas. Esto esta repleto de Ladyboys, esto es, según se dice aquí, mujeres con pene. Y como esta repleto no es difícil encontrar alguna guapa y con un cuerpo de escándalo. Mi problema es que no me quito de la cabeza que tiene pene y eso es una barrera insalvable, es decir, no las veo como mujeres sino como hombres y soy incapaz de mirarlas bajo un prisma sexual, como un Porsche, que me parecen muy bonitos pero no me veo teniendo sexo con ellos, si dentro de ellos, pero no con ellos. Sin embargo, hay hombres que las ven como mujeres. ¿Qué pensáis?

Espero contestación de los habituales, que sé quienes sois ;). Si os da corte, no publicaré las respuestas. Además, para no condicionaros las respuestas, esperaré a tener todas las respuestas para publicarlas.

Voy a ponerme alguna peli española a ver si así caigo.

Buena nochebuena

Pues muy bien oye. Una de las mejores nochebuenas que recuerdo. Y reafirmo lo que ayer escribía en mi penúltimo post: mi hartazgo de la navidad se lo debo al Corte Ingles. Ayer, hasta me hizo ilusión ver a un grupo de tailandeses católicos irrumpir en la casa donde me encontraba para cantar villancicos. Claro, que eran los primeros que oía en un año.

Sergio y su mujer, los anfitriones, me trataron estupendamente, y el resto de los invitados también. Estábamos un argentino, dos israelitas, dos españoles, una tailandesa y un americano-tailandés. Nos cocinaron un pavo de 8 kilos que estaba rico rico, con mucho fundamento y bebimos un buen vino, así que la parte culinaria, perfecta.

Y un detalle. Al llegar a mi residencia tenía un regalito en mi casilla para el correo, donde habitualmente sólo hay facturas. ¡Qué ilusión me hizo! Muchas gracias Kelsey por decirle a Santa que se acordara de mi.

Y un detalle. Al llegar a mi residencia tenía un regalito en mi casilla para el correo, donde habitualmente sólo hay facturas. ¡Qué ilusión me hizo! Muchas gracias Kelsey por decirle a Santa que se acordara de mi.

Practique mi inglés, sobretodo de oído. Ahora resulta que hablando parezco gilipollas, ¡Qué fácil era cuando sólo sabia hablar en presente! Ahora ya no sé si estoy, si estaré, si estuve, si he estado, si había estado, si estaría o si habría estado, vamos, que tengo una paja mental de la ostia. Y recordando una frase de no sé quien que dice: “Más vale cerrar la boca y parecer tonto que abrirla y despejar dudas”, decidí intervenir poco y escuchar mucho.

Como cambia la película cuando la nochebuena dura una noche. Ya digo, incluso me hizo ilusión ver aparecer un grupo de tais cantando villancicos. El video es de una pésima calidad, pero lo pongo para que podáis ver como suenan los villancicos en tailandés.

Más tarde, en mi habitación, volví a cenar, esta vez “virtualmente”, con mi familia. Y también tuvo su gracia. Aguantamos mientras lo hizo la conexión, más o menos, hora y medio. Y mientras mi familia daba cuenta de su cena yo de nuevo bebía un buen vino, esta vez, chileno, no sin cierta desesperación al ver pasar por la ventana del skype un buen jamón sin poder hincarle el diente.

Antes de ir a cenar, y me imagino que para hacerme sentir como en casa, el administrador de la residencia donde estoy me paro para charlar un rato conmigo. Este señor me sirve como parámetro para medir mis avances con el inglés. El primer día no le entendía un carajo y ahora puedo tener pequeñas charletas. Pues del primer quería hablarme. Yo llegue aquí sin tener ni idea de inglés y me recordó un fragmento de nuestra primera charla. Después de un buen rato haciendo los papeles administrativos para reservar mi habitación, quise agradecerle su infinita paciencia, así que solté un agradecido “Thank you very much”, que fue respondido con un “You´re welcome”. Yo, pensado que me daba la bienvenida al edificio, repetí “thank you” y el repitió “you´re welcome”, pues nada “thank you”, que si los franceses dan tres besos igual aquí la costumbre es dar la bienvenida un par de veces, pensé, y como no tenia nada que hacer los siguientes seis meses, no tenia problema en alargar la conversación.

Un par de días más tarde, volví para contarle lo que había ocurrido y el buen hombre se echo unas buenas risas a mi costa.

Mi anfitriona y su hija

Mi anfitriona y su hija

Ahora recuerdo otra de mi inglés. Estaba dando clase en la terraza de un café cuando un extranjero se acercó a preguntarle algo a mi profesora. Después de las oportunas explicaciones el susodicho se giró para continuar su camino. Yo, en un amago de simpatía y por completar la información que Kelsey le había proporcionado, mientras le guiñaba un ojo le dije “The best massage is the massage with happy end”, que en ese momento me pareció muy oportuno, una valiosa información para un hombre sólo que pregunta por algún sitio para darse un buen masaje. El rostro de Kelsey cambió por completo, la pobre estaba pálida, “what do you say?”, me espetó. Claro, resultó que yo le había dicho al buen hombre que los mejores masajes eran los que incluían pajilla final y el sólo había preguntado donde podía comprar ropa tradicional tailandesa.

Y volviendo a mi noche buena y para poner la guinda a una buena noche (jajaja, que creatividad literaria¡¡¡), cuando me disponía a cerrar el skype, vi el icono de Susana en estado de “conectado”, así que pudimos hablar un rato, que me hizo ilusión porque hacia días que no habíamos coincidido. Y con su hermano, y con una escueta intervención de su madre.

Y después, a la cama como un topo después de beber vino chileno, argentino, chivas, jonnhy walker, vino blanco, más chivas y más vino.

Entre 16 y 20 grados, fuego y buen whisky, ¿Qué más se puede pedir?

Entre 16 y 20 grados, fuego y buen whisky, ¿Qué más se puede pedir?

los niños cantores de tailandia

los niños cantores de tailandia

Nochebuena

Tenia ganas de pasar una nochebuena fuera de España. Tenía cierta curiosidad y he buscado en internet para ver en que términos se menciona la religión en la constitución. En una búsqueda rápida, y por lo tanto poco fiable, he encontrado que la Constitución Española, no profesa religión alguna. «Ninguna confesión tendrá carácter estatal», declara en su artículo 16. Pues cualquiera lo diría viendo, por ejemplo, el calendario festivo. En fin, ese es otro tema.

Evidentemente aquí no se celebra la navidad. En la tele no aparece el tipo que vuelve a casa por navidad, no se oyen villancicos, no hay belenes, no pone decoración por las calles y ni siquiera hacen horrorosas cenas de empresa. Es cierto que algunos locales ponen luces y se ven algunos carteles anunciando “happy new year 2010”, aunque es sólo por una cuestión comercial. Qué tontada, como en España. Lo hacen para los turistas que pasan aquí estas fechas. Si celebran el año nuevo, el año nuevo según el calendario budista que si mal no recuerdo, cae en marzo.

La ventaja aquí es que la nochebuena llega de golpe y porrazo, al contrario que en occidente, cuando a estas alturas uno ya esta sobresaturado de navidad. Puto corte ingles. 40 años después he descubierto que mi malestar navideño se lo debo a un centro comercial. Y al champán malo.

Yo voy a cenar con extranjeros que viven aquí. No lo tenía pensado pero el otro día me invitaron y es una buena oportunidad de conocer gente. Y aprovechando la diferencia horaria, 6 horas, cenaré dos veces porque por hacer la tontada, estaré presente virtualmente en casa de mis padres esta noche. Para esta segunda cena me he provisto de dos pequeños lujos: una botella de vino y ¡¡aceite de oliva!! para mi ensalada. El vino no sé si es bueno, si es caro, pero bueno no lo sé. Mis escasos conocimientos al respecto se ciñen a los pocos caldos españoles que conozco. Y si difícil es conseguir vino, más aun es si se trata de vino español. Hay australiano, argentino, chileno e italiano. Y caro. Mi aportación a la cena consistirá en dos botellitas.

Tinto

Australiano

Tinto…chileno…
Tinto

... y argentino

Eso si, italiano. Hay español pero es más difícil de encontrar. Un lujo

Italiano. Hay español pero es más difícil de encontrar. Un lujo

¿Un pincho de saltamontes?

Escorpiones, larvas...

Escorpiones, larvas...

No es habitual ver tailandeses con sobrepeso, los hay, pero son muy pocos. La mayoría de los gordos de Chiang Mai somos extranjeros. Hay dos factores fundamentales para ello: la comida tai es sana, sobretodo para ellos, y comen poco pero muchas veces. En los abundantes puestos callejeros hay siempre gente comiendo. Y de todo. Lástima que cada vez hay más McDonald, Burger King o KFC y abiertos 24 horas. Es normal ver, a todas horas, puestos ambulantes que paran en las puertas de los bares para ofrecer ricos manjares a los clientes y camareros. Noddles, pinchos de cerdo, alitas de pollo, sopas, y todo tipo de comida tai. Lo que más sorprende son los puestos donde venden bichos fritos, asqueroso desde el punto de vista occidental, o por lo menos, bajo mi punto de vista. Desde luego es una cuestión mental. Soy incapaz de comerme un saltamontes pero me puedo poner ciego a gambas. Same same.

Escorpiones, saltamontes, cucarachas, larvas, hormigas vivas…para ellos, un autentico manjar que pueden comer entre comidas como si fueran pipas.

Escorpiones...

Escorpiones...

Saltamontes...

Saltamontes...

Saltamontes...

Saltamontes...

Fotos cortesía de Gaby.

Mala mala suerte

Es mala suerte. Una cosa es tener poco pecho y otra ser como una tabla de planchar (flats). Eso, mala suerte. Ahora, el colmo de la mala suerte es ir a la playa con una amiga y que despliegue semejante arsenal (Big bloods).

En realidad estaban tumbadas una al lado de la otra, por lo que la comparación era inevitable.

En realidad estaban tumbadas una al lado de la otra, por lo que la comparación era inevitable.