Y es la mia.
Es lo pasa si eres un gañan playero y calvo inexperto, y reuno ambos requisitos. Lo de la cremita me da asquizo así que uso aftersun y cuando la cosa es grave. Y tampoco soy de pegarme horas en la playa. Pero claro, llegas a una isla nueva y no paras en el hotel, vamos que apenas te resguardas del sol. Y en fin, esas son las consecuencias.
Ko Samet me ha gustado. No tiene la fama de Koh Samui y Koh Phangan, y tampoco las espectaculares playas de Koh Phi Phi, pero la cercanía de Bangkok, los precios, y el tipo de turismo la convierten en una estupenda alternativa. En unas cuatro horas puedes plantarte en la isla saliendo desde Bangkok y por entre 300 y 550 bath. Y se agradece el cambio de tipo de turista. Se ven muchos jóvenes tailandeses y extranjeros residentes, y poco alemán o inglés gritón. Y rusos. Alguna carta había sólo en tai y en ruso. Que gracia me ha hecho un comentario de Aurora porque el otro día pensé lo mismo, que se ponen el bikini ya en el avión.
Cenar y tomarte una copita con el agua del mar a tus pies no tiene precio.
Tenia pensado seguir ruta hasta Koh Chang y las playas más cercanas a Camboya, pero asuntos mayores requieren mi presencia en Chiang Mai. Ahora estoy en Bangkok, donde hace un calor de cojones. Hablando de Bangkok, otro día tengo que hablar del restaurante La Rioja. Regentado por Fernando, un encantador riojano, tiene entre su carta algunos platos que hacen las delicias de los españoles que aquí vivimos, y que tanto echamos de menos. Yo me he quitado el mono de tortilla de patata y de ¡¡croquetas caseras!!, casi na.
Sigo con mails pendientes, y ya lo siento, pero como ninguno es urgente así seguirán de momento. Cuando uno llega al hotel sólo tiene ganas de darse una ducha y descansar un rato. Contestare cuando regrese a Chiang Mai.
Uy y que no se me olvide. Siempre me quedo con alguna frase de la gente que viene por aquí. En el caso de Javier y Silvia, me quedo con «Te hace las tetas raras». Pareja, ha sido un placer. Me ha encantado volver a ver a Javier después de tanto tiempo. Eso si, me han obligado a redactar, para futuras visitas, un manual de gestión económica.
carlos ¿seguro que esa es tu cabeza?
¿Qué otra cosa puede ser?
Si si, es mi cabeza.
Pero, Carlitos, hijo, que calva me llevas (y luego hablas de mis pies). Date, date aftersun que lo necesitas a kilos.
Con la de gorros/abanicos que tienes por allí y tú con esa cabeza.
Muchos besicos y cuidado con el sol.
Descuida, una gruesa capa blanca me cubre ya la cabeza.
Es lo que tiene ser calvo amateur. Cuanto tienes que aprender !
Y no será por falta de maestros. Alguna vez te he acompañado a comprarte algún gorro de esos que te molan
coño que mal me ha sentado la comida despues de ver tu calva , echate mucho after sun que lo nesecitas seguro.
Jajaja, ya lo siento. Ayer me compré un gorrito para evitar esa sensación a los bangkokianos. ¿Que si necesito after sun? Tengo la cabeza más seca que la piel de la bardem.
Pues me parecen dos fotazos. Cada una en su estilo.
Respecto a tu cabeza, si te sirve te diré que a mi me pasa cada año un par de veces. No soy de aprender fácil.
Seguro que en el restaurante Rioja te ponen servilletas de tela y saben usar un sacacorchos. Como Buda manda.
Si hace diez años, alguien me dice que acabaría haciéndole esa foto a Javier, me hubiera jugado la vida. Jajaja, no tiene precio, como verle de compras en plan pareja. Que agobio tenían los pobres en el centro comercial.
Y hay más, ¿te puedes imaginar a Javier montado en un quad o haciendo paracaidismo en el mar?
Por cierto en la foto del beso, ¿Que hay en la palmera? ¿Un osito de peluche trepando?
Vaya, es si es fijarse en los detalles…
Sólo debo darte un consejo, mi hermano, usa protector solar. Todos los que te de no importan, pero hazme caso en esta cosa.
He usado aloe vera, según recomendaciones de una lugareña y mano de santo. Ahora ya se pueden dar lametazos a mi calva.
Jod… y yo que me estaba partiendo de tu enrojecimiento. Si lo llego a saber me callo 🙂
Estamos por asumir el regreso. En cuanto descarguemos las fotos del «antes» de la cámara te las hacemos llegar, que el rojo chorizo previo a esto tampoco tiene desperdicio
No he podido evitarlo.
Ya tengo mejor la cabeza, no hay nada como el aloe vera.
Y por cierto, me quedé varios en Bangkok y hacia un calor de la ostia.
Pues yo, cuando abrí el blog, ví la foto y antes de leer ningún texto, pensé que te habías ido a setas y nos mostrabas un bello ejemplar de amanita caesarea…
Jajaja, he tenido que buscar en google amanita caeserea y hombre, ¿no será que estabas bajo los efectos de algún otro tipo setas?
Trata al chaval con cariño que como está a dieta no bebe cerveza ni toma kebabs. El sindrome de abstinencia es así. Menos mal que no ve arañas ni marabuntas hormigueantes.